27.4.24

La inseguridad de la ilusión real


Hay veces que la ilusión cuando se tiene enfrente, produce inseguridad. Lo que crees posible dentro de una caja, al salir a la calle, nos convierte en indefensos, ya no estamos en el confort del hogar sino enfrente a la realidad. Aunque sea falsa.

El niño sospecha que era más seguro verlo de manera artificial, pero sin duda mucho menos ilusionante. Cree que tenerlo tan cerca le supone el peligro de lo desconocido. ¿Es real? ¿Qué es realmente lo que ve?

El confort de hogar lo tiene el niño en su madre. Sigue siendo una persona segura, pues sabe que se puede agarrar a ella.

25.4.24

Pierre Gonnord y sus retratos "girados"


Ha muerto uno de los mejores fotógrafos afincados en España, capaz de retratar el interior de las personas con sus miradas. Pierre Gonnord aunque nacido francés llevaba desde el año 1988 en España, desde donde repartía obras de retratos por todo el mundo, y retratos no siempre de personas.

Tenía Pierre Gonnord un pequeño truco para conseguir de las personas esas miradas un punto especiales. Es un truco viejo. Las ponía casi de perfil, y las obligaba a que giraran la cabeza para mirar de frente a la cámara. De esta manera los ojos se abren más, se vuelven más expresivos. Luego el arte en la Luz y en los complementos, hacían sus fotografías como pequeños retratos interiores de las personas, con unas texturas de las pieles muy marcadas.

Hay muchas maneras de quitarnos la libertad


Todos creemos que esto no va con nosotros. Que nunca nosotros tendremos que llevan encima de nuestra cabeza una tapadura como esta. Nos equivocamos. Hay muchas maneras de quitarnos la libertad, de meternos miedo, de cubrirnos la cabeza de pensar.

Todos creemos que esto es cosa de otras culturas, de otros países. Pero no sabemos que realmente no hace tanto todavía se ejecutaba en España, que incluso en Zaragoza, en donde ahora hay media docena de grandes terrazas de bares, se cortaba el cuello a los condenados frente a la Puerta Cinegia.

¿De verdad somos tan cortos de pensar que mientras miremos hacia otro lado, estamos de alguna manera consintiendo que eso exista y se pueda contagiar?

24.4.24

Un poco de sueños rotos e ilusiones perdidas


Si cogemos una pared de Pontevedra que antes servía para cerrar hacia la calle una empresa ya quebrada, y observamos bien lo que nos muestran sus cristales pintados, enseguida entendemos que cuando la muerte entra en tu negocio, lo mejor es tapar los cristales con pintura negra, para que los bichos malos no se pongan a pintar recuerdos.

Dentro había un negocio, una inversión. Ahora no hay más que polvo. Las ilusiones se han evaporado.

18.4.24

Sé lo que me espera, y en silencio


Aunque lo enmarquemos, lo pintemos de rosa, lo mostremos al público en general, sé lo que le espera. 

Ella también lo sabe pero no logra expresarse. 

Todo empezó con un gusano baboso, y fue dejando huellas.

Los mordiscos acabaron con su futuro, y ahora simplemente espera.

Es cuestión de… ¿horas?

También la basura contiene vida.



17.4.24

Se puede querer al revés, pero es mejor al derecho


Te quiero incluso al revés, pero no sé explicarme así, tengo que terminar con lo habitual, no puedo ser original pues mis amores pierden sentido y color.

Creo que lo de menos es la posición en la que te quiero, sino saber gestionar los tiempos y las libertades, los espacios y las miradas, las sonrisas y las soluciones.

El número 57 decorado para agradar


El 57 puede ser un gran número para quien lo usa. Este está bellamente decorado en una calle zaragozana, para llamar la atención y para que nos quedemos mirando su simpleza. Es bello por lo sencillo. 

16.4.24

Era la decrepitud antes de la muerte, con color

La vida natural y con color se agarra a la madera muerta para darle amarillo vivo que semeja la vida. 

Por dentro sus arrugas todavía conservaban la sangre que le ofrecía la oportunidad de sacar algunas hojas todas las primaveras, pero no tantas como antaño, no en la misma cantidad de las que sacaban sus vecinos más jóvenes. 

Era la decrepitud antes de la muerte.

Margaritas azules, moradas, violetas

No hay muchas flores azules o moradas, y en casi todos los casos son fruto de selecciones casi de laboratorio vegetal, por decirlo de alguna manera suave. 

Estas que vemos arriba son bellas y con eso nos quedamos. 

Flores casi azules totales en donde el amarillo logra unos contrastes máximos. 

Unas simples margaritas primaverales que destacan por su color.

Añoramos lo que no tenemos. Ahora no es Otoño


Añoramos lo que no tenemos.

Estamos en Primavera y nos agobia el calor que nos parece excesivo.

Cuando estamos en Otoño creemos que se acaba el mundo mundial y se nos caen las ideas al suelo, por estar secas.

Nunca estamos contentos con lo que nos toca.

Y si al menos fuera para intentar mejorar, pues no estaría nada mal.

Lo malo es que muchas veces es para sentirnos mal.

Os dejo un Otoño, por si tenéis añoranza.

Terminará viniendo.

15.4.24

0070 - Cuidado con los descuentos mentirosos

Con los números a veces tienden a engañarnos. Los números son unas herramientas que en manos de los liantes se pueden modificar y trampear. Cuidado con ellos. 

No es lo mismo un 70% de descuento, que un producto al 70% de su precio. Está claro esto. 

Pero a veces los textos que acompañan a los números ayudan a liarnos.

Os dejo el número 70 de una tienda de ropa de Milán, hermoso y muy rojo, envuelto en más colores que lo embellecen.

1530 - 1895 El amor y las hierbas para curar

La frase de esta fachada me parece fabulosa, lógica y escondida. Y digo escondida no por estar escrita en latín, sino por lo poco que nos la creemos. 

¿De verdad tenían razón estos viejos farmacéuticos del siglo XVI? ¿Sigue siendo cierto en el siglo XXI?

“El amor no puede curarse con hierbas”

Ocho ángeles sujetando de la mano, una columna

Es un capitel en la Catedral de Milán con una suerte de ángeles cogidos de la mano, dándole la vuelta al mismo, como sujetándolo. 

Una solución sencilla para darle, con ocho ángeles desnudos, un aire hermoso a las piezas que sujetan las columnas.

Hubo tiempos en los que poner ángeles desnudos no estaba mal visto ni prohibido.


No es Otoño, lo sé. Ya no caen hojas, ahora nacen. Lo sé. Pero eso no quiere decir que me tenga que olvidar de las que antes han caído y ya no están con nosotros.

Esas hojas dejaron hueco para las siguientes. Sin aquellas, las muertas, las caídas, las olvidadas…, las otras no estarían aquí.

El tronco sigue, el árbol sigue, los recambios siguen. 

Todo sigue. 

Por eso aquella, la que cayó al suelo ya seca, sigue siendo importante.

14.4.24

A poco que nos pongamos a picar en el suelo, sale el mar


A poco que nos pongamos a picar en el suelo, sale el mar. Y si eres de muy interior, salen los lechos escondidos de los ríos.

Somos agua. 

Dentro somos agua pero por debajo también somos agua.

Lo árido se escapa con el aire, y mejor así.

Llevamos miles de años viviendo del agua, con el agua, por el agua.

13.4.24

Fotografía rayada o el destino de la madera con huecos

Luces horizontales rayadas. 

Brillos de colores o de no colores. 

Colección de maderas en el techo. 

           Húmedas reacciones. 

                                  Tal vez sombras y soles.



Lo que importa son las sensaciones


Palote.

Palote apoyado.

Silla.

Sensación de rezar.

Las puertas antiguas que nos llevan al pasado

Las puertas antiguas son ahora simples objetos muertos que nos miran. 

Testimonios de otras vidas, de tiempos ya fallecidos. 

Alguien las construyó con la mayor ilusión de uso. Y se usaron desde lo nuevo. Ahora ya no.

Hoy nos parece algo caduco, un simple cadáver de otros tiempos. 

Si acaso algo bello en el momento de la mirada.

12.4.24

A veces no nos entendemos bien



 A veces puede ser algo simple.

Pero lo simple es a veces tremendamente complejo.

No siempre, solo a veces, vemos lo complejo.

Pero siempre vemos lo bello, aunque a veces no lo notemos.

10.4.24

Gayata con flores y una silla


Las herramientas urbanas son variadas y para un turista o viajero a veces cuando se encuentran detalles que los de la ciudad entienden bien, se sorprenden.

¿Qué representa esta gayata con flores junto a una silla en las puertas de una basílica?

Todos tienen que descansar, incluidos los que rezan por los demás.

Hay que creer en las primaveras, aunque haga mucho frío


Soles de primavera que alumbran jardines.

Brillos de la mañana de riego, para creer en la resurrección y la vida. 

Color.

Siempre mucho color, para que no se nos caigan las ganas de seguir avanzando.

Hay que creer en las primaveras, aunque haga mucho frío.

Incluso aunque estemos en invierno.



9.4.24

Una flor de supermercado alemán


Podríamos pensar en una flor tropical, rarísima, curiosa, difícil de encontrar. Pero no. 

Es una sencilla flor de terraza doméstica, salida y crecida de esas semillas que venden en los grandes almacenes de nombre alemán como poco.

A veces las sorpresas naturales son curiosas.

8.4.24

Una puerta muy utilizada


Entrar, salir. Una simple cerradura muy utilizada.

Una puerta vieja y repintada que lleva heridas.

De nada sirven los apaños, pues la edad de las cosas se nota siempre.


7.4.24

Puerta madrileña con gracia y color


Hay puertas simpáticas en todos los urbanismos, puertas con Arte y con salero, puertas que son más que simples huecos para entrar o salir. Las calles con puertas de colores ganas, resultan mucho más atractivas. 

Y las empresas que están detrás de esas puertas lo saben y hacen uso de la pintura urbana para poner en valor sus empresas, sus marcas.

Esta puerta está en Madrid, y es un ejemplo sencillo de que se puede mejorar el aspecto de una calle con pequeños toques de colores. 

5.4.24

¿Es qué se diferencia una ruptura de una rotura?


Las roturas pueden ser casuales, incluso los restos de esas roturas pueden ser hermosos. Las huellas de las roturas no son las mismas que las de las rupturas. Aunque a veces una rotura se parece mucho a una ruptura. Los humanos venimos sin libro de instrucciones, y las paredes rotas también.

Fórmula de Fijador para papel y película fotográfica


No hace mucho os dejó la Fórmula de revelador de papel en Blanco y Negro que utilizaba hace ya de eso unos 50 años. Una barbaridad. Esta otra es la Fórmula de Fijador que utilizaba tanto para papel como para película. 

Como en aquellos tiempos comprar metabisulfuto ya era complicado a veces, en la propia fórmula os dejo la variables que entonces utilizaba con bisulfito de sosa, seco o líquido. 

Efectivamente, ahora ya se puede comprar el fijador fotográfico hecho de forma industrial. Y seguro que además será más barato y de más calidad. Pero no está de mas que se conozcan casi las prehistorias de la fotografía analógica, los productos que utilizábamos para revelas y fijar tanto el papel como la película. 

Otro día os dejaré algún revelador de película.

Como ya sabéis, el fijador NUNCA debe tomar contacto con el revelador, pues lo estropea, en cambio era permitido que el revelador sí pudiera tener contacto con el fijador. Ni las manos húmedas de fijador pueden entrar con el revelador.

Si se quiere que el líquido del fijador dure más tiempo, entre ambas cubetas poníamos un baño de "paro" que era agua con vinagre que de alguna manera paraba el revelado y lavaba el material (sobre todo en papel) para que no contaminara con el revelador el líquido del fijador. En ese baño intermedio lo teníamos unos pocos segundos.

Y como es lógico, tanto el revelado como el baño de paro y el primer minuto del baño de fijado, se hacía con luz roja si era papel y a oscuras si era película.

3.4.24

Publicidad impactante en Madrid


A veces el urbanismo urbano te atrapa con sus enormes carteles, que se hacen así, tremendos, precisamente para obligarte a mirarlos, a que te quedes con su contenido. Nos tratan como a diminutos seres que caemos atrapados por sus carísimos proyectos publicitarios.

Si forma de influir no es tanto el que te quedes prendado de una marca, como que te quedes atrapado or una sensación, que en el subconsciente se quede el poso de la grandiosidad, del impacto. Publicidades hay muchas y ahora a veces de lo que se trata es de ser más impactante que la competencia.

2.4.24

Pura casualidad o puro encontronazo. Pura durabilidad


Como una minúscula cadena, como un enganche de por vida, metal que no sabemos qué era. 

Unión mágica y casi química pues nadie sabía separarlo. 

Suena, sí, suena a esos amores mágicos que nadie sabe explicar. 

¿Será química o será magia?

Pura casualidad o puro encontronazo. Pura durabilidad.

No molestemos, por favor, ni tan siquiera miremos


No molestemos, por favor, ni tan siquiera miremos para no sentirnos mal. Hay que dejarles estar, forman parte del precio que tenemos que pagar por vivir mejor que ellos. Es la vida, nos tenemos que acostumbrar. Incluso dicen algunos que se lo merecen. Y otros que lo disfrutan y están así por que quieren. 

¡Uff! pero cuesta dejar ese insulto nuevo que nos lanzan y que llaman "Buenismo" aparcado en la cabeza. No somos buenos por parecerlo, no lo somos por decir que esto está mal. Y no somos buenos porque también lo admitimos, como todos. Y porque también nos ruborizamos. Solo nos ruborizamos.

1.4.24

Una Ley de Fin de Mundo, no escrita


Nadie se quería sentar. Así que sucedió lo lógico en estos casos. El Fin del Mundo invadió los asientos y tomaron posiciones. Enseguida se apoderaron del descanso y todos tuvimos que seguir de pie si queríamos seguir funcionando.

Lo curioso es que además no nos tuvimos quejar de que no procuraban nuestro descanso, ues nos tuvimos que oír que nos lo habían ofrecido y dejamos que crecieran telarañas.

Si no cuidados lo poco que nos ofrecen, al final además de perderlo, nos considerarán culpables y lerdos. Es Ley de Vida, o incluso ley de Fin de Mundo.

El Arte como terapia para disfrutar de la vida


El Arte como actividad vital es maravilloso, no solo acompaña y entretiene, sino que ayuda a mirar de otra manera y a comprender que nada es tan simple y sencillo como nos imaginábamos.

Esta imagen es de la Barcelona gótica y nos muestra a un grupo de mujeres bocetando, dibujando un edificio de ese gótico catalán tan bien conservado.

Es una actividad artística, pero a su vez es una actividad de compañía, de relación, de hablar y comentar mientras nos abstraemos de las tonterías o de las gravedades.

31.3.24

En Zaragoza es posible pescar con caña


Con el frío de los inviernos o de las primaveras recién comenzadas es complicado ver esta imagen sin que nos entren escalofríos. El pescador de caña en el Ebro a su paso por la ciudad de Zaragoza está tomando el sol mientras engaña a los peces de la orilla. 

No sabemos qué intenta pescar, hace poco pillaron a un siluro muy cerca de este lugar de 2,3 metros de largo y 85 kilos de peso. Un monstruo. Y como lo devolvieron al Ebro, es posible que el siluro todavía esté por las aguas de Zaragoza, esperando a pillar palomas o patos despistados, que se los come de un bocado.


29.3.24

Fórmula de revelador de papel en Blanco y Negro


Uno ha sido fotógrafo de laboratorio antes que fraile, político o cocinero. Cosas de antaño. Recuerdo que compraba de aprendiz, paquetes de cianuro de kilo y de dos en dos paquetes, y esto no es broma. Ahora lo recuerdo y me río, pero lo llevaba en el tranvía de entonces por el centro de mi ciudad y solo me pedían en la tienda almacén para comprarlo una tarjeta de mi jefe con su firma, y que antes hubiera llamado para decir que iba el aprendiz. 

Esta fórmula que dejo arriba (apuntes de entonces, hace 50 años) es o era para hacer en casa o en el laboratorio, revelador para papel en blanco y negro, revelador que ofrecía unos resultados muy ligeramente cálidos para fotografías de retratos o de paisajes. Y para papel normal, ni duro, ni suave o blando.

Se mezclaba en agua (ligeramente caliente pero sin pasarse de los 30 grados, solo para que se disolvieran bien los químicos) en un litro de agua de grifo (o su equivalente) 1,5 gramos de Metol, 25 gramos de Sulfito sódico anhidro, 6,5 gramos de Hidroquinona, 16 gramos de Carbonato Sódico anhidro y 0,8 gramos de Bromuro Potásico. En ese orden y tras disolver el primer producto se añadía el siguiente.

Estos productos eran entonces fáciles de comprar. Para casa los compraba en paquetes de cuarto o medio kilo, y tenía para toda la vida o casi. 

Si que disponía en casa de un peso o balanza manual con el que preparaba los productos, y era muy exacta con unas pesitas metálicas pequeñitas que iban desde los 0,2 gramos. Como si fuera de joyero pero viejo. Había perdido las pesas de 0,1 gramo.

De esa mezcla, tomaba una cantidad y la misma de agua del grifo y mezclaba todo para hacer el revelador final. 

Normalmente a 21 grados de temperatura del revelador, la imagen se revelaba en 90 segundos. Agitando la cubeta no con muchos bríos, eso sí. Pero teníamos nuestros trucos para lograr algo más o menos de contraste, o para sacar detalle en las altas luces. 

El papel era Valca, Agfa, y creo que también Ilford. El papel de Kodak era muy caro para mis posibilidades. 

Eran papeles de contraste fijo, aunque a veces y con el dedo o con vaho de la respiración lograbas aumentar un poco la temperatura del revelador en algunas zonas de la imagen, y eso aceleraba en esas zonas el revelado, subiendo localmente los tonos. 



Berlín está lleno de turistas con ganas de fotografiar


Buscar a los turistas es duro, hay que prepararse para ello, hay que crear una historia y adaptarte a ella. 

No sabemos el oficio de estudio de joven del protagonista de la fotografía, sí sabemos a qué se intenta dedicar ahora que ya es adulto. 

Los oficios de calle son siempre muy duros y se merecen todo nuestro respeto.

Dos personajes en búsqueda de una historia


Dos compañeros de trabajo tomando un desayuno de media mañana. 

Una posible explicación entre un zumo y un café. 

¿Cuántas historias literarias se podrían contar con esta simple escena? 

¿Cuántos relatos nos podríamos inventar con este escenario y estos dos personajes? 

¿Por qué él… lleva un guante puesto?

¿Hay una mancha naranja de pintura en el suelo?

¿Es París o Lyon?

Y qué más da la ciudad, si lo que importa es la historia que podríamos escribir con ellos como protagonistas.




28.3.24

Sin el 389 no podrían seguir existiendo los números más altos


El 389 suena a muy alto, sobre todo si es el número de una calle, parece que en este caso de la calle Carlos Gardel. 

Además el 389 suena a un número casi aleatorio, sin mucho sentido. 

Uno de esos números que no nos llevan a ninguna parte. 

Existen más que nada como continuación de una serie. 

Sin el 389 no podrían seguir existiendo los números más altos.

¿Tiene algo que ver el 389 con Carlos Gardel?



El 35 es luz y ganas de comerse el mundo


El 35 es un buen número, al menos si nos referimos a la edad. Tener 35 es tener poso, saber estar, saber qué se quiere. O se debería. Y todavía no se piensa en la madurez, en el freno, en la calma asentada excepto si ya tiene vástagos que van chupando savia.

El 35 es luz y ganas de comerse el mundo. Seguro.

27.3.24

Matar o morir, aunque sea en un palacio



Esta imagen de Reuters del año 2013 es de la ciudad de Alepo en Siria. Un combatiente del Ejército Libre de Siria defiende una posición rodeado de sacos de arena. 

Está dentro de una casa palacio, en un lugar que más parece un museo dispuesto para ser observado que una habitación desde donde disparar a matar. 

Pero las guerras no entienden de cultura ni de historia. 

Solo de matar o morir.

Composición en la mirada de unos monjes budistas

Esta fotografía es del fotógrafo Sakchai Lalit y nos muestra a unos monjes budistas tailandeses llamando a una paloma en la zona de espera en la estación de tren en la ciudad de Hua Lampongen Bangkok.

No merecería más atención si no se juntaran algunas condicionantes muy interesantes. 

El color de las vestimentas. 

Los pies descalzos. 

La edad de ambos personajes. 

El diálogo entre los tres personajes, los dos monjes y la paloma que pasa de todo. 

La mirada del monje más joven hacia la mano del hombre de más edad, que nos lleva en un movimiento rápido a mirar la paloma.

Es un juego perfecto, un cuadro al que le sobra la bolsa azul, la brillantez excesiva de la bolsa blanca. 

Pero una fotografía no es un cuadro, una fotografía es vida, es realidad, es aceptar lo que nos encontramos.


Es el Centro de Historias de Zaragoza. Y esta pared es un detalle

Simplemente es una simple pared de entrada a una zona de un Museo.

Un juego de paredes que te acogen y te envuelven entre sus colores para que no dudes de hacia dónde estás entrando. 

No es nada más, no está creado para colgarse en una pared.

Es: “la pared”.

Está en el Centro de Historias de Zaragoza. 

Y esta pared, simplemente es una historia más.

Eso si, está un poco escondida.


También los patos se duchan


También los patos se duchan, que no es lo mismo ducharse que mojarse, ni tampoco que meter la cabeza en agua para mirar o para pescar.

Este pato curioso es de Baleares, lo que nos indica sin dudar, que antes de efectuar un viaje importante, quiere estar escoscado y limpio.

Personas de Calle. Sociedad 01


 ¿Qué leen? 

¿Qué miran? 

Solo en algunas ciudades siguen existiendo estos tablones con información social de la localidad. 

Y por las mañana sus vecinos acuden ávidos a leerlos. 

Allí figuran las esquelas de los fallecidos en el día anterior. 

Cuando todos se conocen por el tamaño de la localidad, algunos detalles tienen otra importancia.


26.3.24

¿Alguien se acuerda de la Guerra en Sudán?


Esta es una fotografía de unos militares de Sudán, realizada en la ciudad de Omdurman por el fotógrafo etíope El Tayeb Siddig para Reuters. Dicha ciudad de casi tres millones de habitantes y controlada en la actualidad por el ejército oficial de Sudan es un ejemplo de lo que son capaces de hacer las guerras.

A pocos kilómetros de la capital Jartum, Omdurman es una ciudad que ha cambiado de manos militares varias veces y cada episodio bélico supone añadir destrucción a destrucción. 

Te asesinan en la calle, te bombardean unos y otros, te violan si eras mujer, pasas hambre y no hay asistencia médica ni ayuda humanitaria que pueda llegar. 

Entre el Mar Rojo, Egipto, Etiopía y no muy lejos del Mediterráneo. a orillas del Nilo que hace a veces de trinchera, es un lugar cada vez más similar al infierno.

Según Unicef, en Sudán este año 2024, unos 3,7 millones de niños sufrirán desnutrición aguda con riesgo de muerte.  Hay 19 millones de niños sin poder ir al colegio, viviendo en las calles. 

No lleva el país ni un año de guerra civil, pero ya son 8 millones de personas las que han tenido que huir de sus casas, unos dos millones de su propio país, de ellos la mitad de los desplazados son niños. 

Y no es nada fácil ayudarles por la propia dinámica de la guerra, con frentes que van cambiando en cuestión de días, de semanas.

Si no existiera fotógrafos y periodistas que estuvieran allí relatando lo que sucede junto a pocos centeneras de personas que desde ONG intentan ayudar en muy poco medida a los sudaneses que ya casi no tienen ni hospitales, nos habríamos olvidado de otra guerra más.