A veces un roto se resuelve con un recosido, otras un roto es como un descosido que permanece escondido entre las costuras. También es cierto, que todo depende de la mirada que le pongamos, y de las ganas que tengamos de asumirlo.
Un roto se arregla de malas maneras, pero se arregla. Aunque la debilidad siempre queda, y las opciones es que se vuelva a romper por el mismo espacio del descosido.
Casi lo mejor es comprarse un pantalón nuevo. O un edificio. O una Ley. O un Sistema.