28.9.24

Una hoja sin agua. Y con otro color


Como nunca sabemos bien qué somos, nos podemos encontrar en un momento curioso de nuestra vida con que nos digan que no somos nada.

Tenemos que admitirlo, pues es posible que los demás tampoco sean nada. 

No sabemos qué somos, y lo curioso es que tampoco sabemos qué podríamos ser si nos miraran otros seres. 

Tampoco sabemos de qué estamos compuestos, excepto de que somos en nuestra gran mayoría… agua.

¿Pero… agua y no nos desparramamos por ningún sitio?

¿Agua que sabe mantener su forma de manera constante?

¿Y qué es el agua, o de qué se compone nuestra propia agua?

Cuando una hoja natural pierde el agua se queda un cadáver de color marrón. 

Le salen las arrugas y las manchas. Se suelta ella sola de su rama y se tira al suelo que es su destino. 

Simplemente lo que ha sucedido es que ha perdido agua.



25.9.24

Una flor que emana alegria


Mirar una flor es reencontrarte con el almacén de donde vienes. La vida natural se debe almacenar en algún lugar imposible de entender. Allí, puede que revueltos, estamos las flores, las setas, los mosquitos y los humanos. Y te toca lo que te toca. 

Si tienes suerte te dan color y sales a conquistar el mundo. Si no tienes suerte te ponen gris ala de mosca y a lo sumo puedes aspirar a dar un picotazo con dolor.



Una mirilla que parece una ventana

 

No es una ventana, eso de entrada, es una mirilla grande, un espacio cerrado para mirar quien llama a la puerta. Es curiosa esta puerta llena de artilugios. Incluido un buzón que lo podían haber hecho un poco más abajo para mantener la estética de los espacios.




24.9.24

Una flor débil pero muy atrevida


Dar la cara, mostrándola sin caretas es de atrevidos.

Ser el que levanta la mirada y se ofrece a cuerpo desnudo al aire del momento, es de atrevidos.

Saber que es muy débil lo que te sujeta al suelo, es de atrevidos.

Aunque sea de color rojo para demostrar potencia lo que te agarre a la realidad.

Levantar la mirada al frente y saberte solo, es de atrevidos.

Ser diferente al entorno y que no te importe, es de atrevidos.




Tengo un amigo de trapo que cambia de color


Por encima de mi buzón, vigilando.

Yo confío mucho en mi amigo de trapo.

Tener amigos de trapo está muy bien, si son realmente de trapo.

No es lo mismo tener amigos de trapo, que tratar a tus amigos como un trapo.

Este amigo mío, el que siempre vigila el buzón, es muy servicial.

Me avisa en cuanto le meten una carta por debajo.

Se pone colorado.

Bueno, quiero decir que sigue gris…

…pero le salen los colores en los mofletes.

De la cara, sí.




Hasta aquí llegó, y no sé qué hizo después


Hasta aquí.

No quiere traspasar la línea que abre otros caminos.

Se queda fijo sin mirar al suelo, pues no lo necesita.

Solo al frente, buscando si merecía el horizonte, para saltar la línea.



No me quedé para saber qué decidió al final.

¿Para qué, si no iba conmigo su decisión?




Flores de otoño para convencernos de que todo volverá


Pensemos en flores, en esas que ya se nos están escapando por el otoño recién comenzado. Volverán. Sin duda. Incuso todavía quedan. La naturaleza es muy sabia y sabe repetirse.

22.9.24

Mosaicos de fantasmas en Toulouse


En la plaza francesa de Saint Julien, en la ciudad de Toulouse se puede ver este fantasma, este bicho de ojos fantasmagóricos que nos amenaza desde las alturas. 

Mosaicos para sorprender.



Una ventana para que entre la noche


A veces es imposible asomarse. 

En esos casos casi lo mejor es prohibírnoslo.

Así no tendremos deseos imposibles.



La naturaleza se rompe ella misma


Belleza natural de unas flores que salen desde dentro.

Contraste de colores.

Nacimiento.

21.9.24

Ventanuco francés para que entre el aire


Este ventanuco no está hecho para asomarse. O al menos para asomar el cuerpo. Si acaso para mirar un poco, para que corra el aire, para disimular.

Las ventanas son un mundo aparte en el diseño, pues muchas veces no les damos importancia. Son como elementos superfluos, pero sin ventanas no hay contactos con el exterior, que no suponga salir, exponerse.

El 45, en este caso francés


Buscando números hay de todas las clases, hermosos o feos, normales o artísticos, habituales o curiosos. Este es de Toulouse en Francia, un 45 normal pero envuelto en una fechada hermosa.

Edificio francés histórico con ventanas descolocadas


A veces mantener las fachadas crea efectos curioso, descolocados, como desdibujados. Este edificio histórico del sur de Francia tuve que mantener su fachada pero se le permitió arreglarlo profundamente en su interior. El resultado ante una fachada movida por los siglos, torcida incluso, es que las ventanas aparezcan rara, fuera de escuadra cuando es al revés.

De todos modos, su fachada debía permanecer por su particular forma arquitectónica.

20.9.24

Unas ventanas amarillas en Francia


Las ventanas vista desde el exterior pueden ser de cualquier color. Están para tapar lo que hay dentro, o incluso para asomarnos. Una ventana es aire fresco, es luz, pero es también secretos compartidos.

Los peces siguen a su líder, hasta que se equivoca


En la localidad francesa de Bagés me encontré con este grupo de peces de madera navegando por una pared. Preciosa manera de creer en el mar como elemento que transmite tranquilidad.

Como sucede casi siempre, se guían por un líder que los mueve en la dirección correcta. Si se equivoca cambian de líder. Cosas de los peces, que a los humanos nos cuesta aprender.

Pequeño altar en un pasillo entre edificios franceses


Hay rincones encantadores en todas las ciudades. Todo depende muchas veces de encontrarlos pues no suelen ser muy conocidos.  Esto es el Sur de Francia, Ceret en la Cataluña francesa.

Un callejón que necesita tener —en el pasillo que sirve de encuentro entre los dos edificios— un santuario pequeño. Un altar para los vecinos de las casas, que santifique la zona. Puede parecer muchas cosas pero sobre todo es un bello detalle de convivencia.



El 12 es un número completo y complejo


El 12 no sé si será un número mágico o no, pero se lo merece. Es hermoso, múltiplo de muchos, representa una docena de casi todo, y dice que representa la intuición, la voluntad, la unión de cuerpo mente y espíritu, el positivismo, la energía pura y la perfección. Son ciclos, es la renovación, el espacio anual, la complejidad, lo que va sucediendo hasta empezar de nuevo.

Os dejo un 12, pero cuidado, es francés, de Colliure. Así que no intentéis hablar con él, es posible que no os entienda.


19.9.24

Es una sombra. Pero tiene solución


Ante la naturalidad de lo natural, siempre surge la sombra que nos hace dudar. Es la vida, muchachos, y para eso hemos sido programados por nuestra educación. Para desentrañar las sombras.

Huesca en su estado verde de otoño


Colores naturales y sencillos. Colores de los que podemos ver en los campos, disfrazados de naturaleza. Verdes de mil colores, marrones y rojos disimulados. Huesca en su estado verde de otoño.

Los verdes pueden ser infinitos en la misma planta. Pueden ir desde los azules verdosos a los verdes manzana o los verdes botella suaves.


Luces y colores para engañar


Sin luz no hay formas. 

Sin colores no hay tantas sensaciones.

Sin imaginación no hay manera de saber qué estamos viendo.

Podemos dejarnos llevar y sentir que nos están engañando.

Pero eso ahora… está de moda.




Los clavos siempre son importantes


Sin clavos no sería posible entender que forma parte de una puerta. Necesitamos agarrarnos a algo para ser algo.

13.9.24

A veces una hoja puede contra el metal


¿Qué sucede cuando a unos cadáveres de metal lo inundan las verdes hojas sin miramiento que lo quieren tapar?

¿Acaso la naturaleza quiere apropiarse de lo que construimos los humanos?

¿No puede defenderse el duro metal oxidado de la frágil naturaleza verde suave?

11.9.24

Texturas textuales sin textos


No es sencillo que nos atrapen formas casi textuales, sin ser textos, texturas que no lo son, trozos de elementos que sacados de su contexto dicen otra cosa.

Debe tener la vista mal y por eso me gusta atrapar lo que no es sencillo de ver.

10.9.24

Excesivo Arte en una sola imagen


Podemos juntar en una sola imagen varios condicionantes curioso. En la Estación del Arte del Metro de Madrid hay una persona haciendo Arte. 

Música de su país con una especie de violín chino llamado erhu o nanhu.

Hay una cámara de vídeo que nos graba a todos y se observa en la zona alta a la derecha. Y un cartel verde que nos indica la salida, que casi invita a salirnos de la escena.

Parece una situación calmada, casi silenciosa aunque entendemos que está sonando una música que nos imaginemos. Pero hay un exceso de ítem visuales. 

Y protagonizando todo, un hombre que parece puesto contra la pared, casi castigado a tener que tocar su instrumento para lograr unas monedas.

Las prohibiciones a medias que consentimos


Como es lógico las calles están llenas de millones de personas. Incluso en una ciudad grande hay cientos de miles de personas paseando, ocupando las calles. Y eso son cientos de miles de posibilidades prohibidas de reflejar posturas, miradas, rostros, siluetas, acciones.

Estéticamente las personas en las calles son un complemento imprescindible. Nadie se imaginaría las calles vacías, excepto en cierto tipo de historias. Pero lo curioso es que no nos podemos mirar, y mucho menos atrapar con un cristal fotográfico.

La privacidad es muy alta, excepto cuando es en países alejados, en donde ya las cosas cambian, a base incluso de pequeños engaños entre todos. 

Podemos mostrar guerras, sociedades de hambre y miseria, pero no es posible pasear por tu ciudad y fotografiar a personas. 

Incluso tampoco monumentos y ciertos edificios, con derechos de autor. Es como si todos tuviéramos que vivir en un mundo ficticio, en donde nada se puede retener en la memoria. 

Podemos ir dejando pistas por las calles a través de y con nuestras tarjetas de crédito, con nuestros móviles que son capaces de decir a qué lugar vamos y cuanto tiempo vamos a estar allí. 

También se puede saber con qué otros teléfonos móviles —de personas en concreto— nos hemos juntado, acercado, parado y hablado equis segundos o minutos. 

Pero no podemos mirar con nuestros ojos la figura de una persona para que no se sienta ofendida. Seríamos considerados unos mirones asquerosos. 

Es curiosa la forma que tenemos —como sociedad— de permitir unas cosas y prohibir otras.

¿Tendría que haber desenfocado más al señor de la bolsa roja?

9.9.24

Pedir PAZ con una mano blanca levantada


De una obra de Sybil Coovi vi una serie de manos blancas que me inspiraron para atrapar una, como modelo de PAZ imposible.

Ahora que ya no sabemos bien qué es eso de Paz. ¿Se nos ha olvidado o nos la han robado?

Parece la escultura decir BASTA, pero creo que nadie la quiere ver así, debe ser porque para los que no sufrimos las guerras todo nos parece muy lejano, y para los que lloran sangre por tenerlas encima, no se les deja tener ni voz ni opciones de revertir sus dramas.

No sirve de casi nada recordarlo, pero no quiero callarme porque me lo digan otros a los que no conozco y nunca dan la cara. 

La humanidad está enferma. Y no hay medicación que no sea la administrada por nosotros mismos.

¿Alguien o algo verá el cielo así?


A veces los cielos, nuestros cielos, pueden sorprendernos a ciertas horas de la tarde. Un poco de provocación con la cámara y se logran estampas que casi no vemos. Pero en realidad no las vemos nosotros por nuestro espectro de luz, es posible que lo vean otros animales, no lo sabemos bien.

Lo cierto es que el cielo también puede ser así, pues depende de nuestra capacidad natural de ver los colores.

¿Cómo perciben el cielo nocturno las aves' ¿Todas las aves lo ven de los mismos colores y con los mismos contrastes?

7.9.24

La escritura y la pintura van de la mano

La escritura es la pintura de la voz, de las ideas y proyectos. 

Por eso la literatura es también un arte.


Simplemente cambiamos los pinceles por teclados o bolígrafos, los brochazos y el color…, por letras y frases.

Si quieres escribir con color, puedes pintar o redactar ideas, ambos sistemas te llevan al mismo lugar.

Escribir es describir.

Pintar con frases es crear ideas y mundos nuevos, vaciarte y dejar espacio para nuevos proyectos.

Mirar titulares no es leer. No sirve

Los libros nacen y se mueren. No todos, quedan los mejores, ni los buenos son capaces de quedar vivos, solo los mejores. 

Este libro es de 1952, un clásico educacional del colegio de los Maristas de los años 50 y 60. 

Lecturas para acostumbrarnos a leer. 

No todas limpias de polvo y paja, pero lecturas al fin, que lograban que los libros y sus lecturas se vieran como algo normal, una herramienta de vida. 

Han pasado más de 70 años, tantos que estos textos nos parecen prehistóricos. Pero en el camino no hemos sido capaces de lograr que se siga leyendo con ganas. 

Mirar titulares… no es leer.


6.9.24

Herramientas para crear diferentes obras

Los trabajos digitales sobre las fotografías tienen multitud de posibilidades, y muchas de ellas son muy sencillas de realizar a poco que aprendas a trabajar en capas, saber fusionarlas con sus posibilidades y aplicar a cada una de ellas diferentes correcciones. Pero en el fondo, la técnica no son más que herramientas, lo básico e importante es saber qué quieres hacer, qué deseas lograr con todas las herramientas de las que disponemos.

El pintor Matisse terminó su vida artística recortando papeles para formar collages. La enfermedad le impedía pintar como antes, pero no le impedía seguir creando obras que siguen sorprendiendo. Emplear la herramienta de las tijeras no supone que no puedas seguirv creando arte de calidad. No depende de las herramientas y sus posibilidades, sino de lo que se intenta realizar con ellas.

También en arte: Menos puede ser más

Al arte callejero, el Street Art, ese arte efímero que algunos realizan con mayor o menor gusto sobre los elementos urbanos, a veces necesita muy pocas pinceladas para resultar y construir un pequeño poema. 

Este es el ejemplo más sencillo de entender. 

Con cuatro rayas de spray en negro han logrado crear una imagen de amor triste, de cariño incluso, de soledad, de miedo. 

Muchas veces también en arte sabemos que menos es más.


Catedral de Colonia, gótico de los Reyes Magos

Pocas iglesias históricas impresiona más que la Catedral de Colonia en Alemania. Por su color negro, por su tamaño y esplendor, por su posición junto al río Rin, por su interior con la presunta tumba de los Reyes Magos, por ser la segunda catedral gótica más grande del mundo tras la de Sevilla. 

Una catedral que tardó más de 600 años en terminarse, lo digo para los que se quejan de la Sagrada Familia de Barcelona.

Pero si nos acercamos a las tiendas de recuerdos que hay junto a ella, veremos que se nos venden imágenes y postales de cómo quedó la Catedral de Colonia tras la II Guerra Mundial, y entonces sabremos que es casi milagroso que se haya podido conservar hasta estas fechas.

Colonia es una ciudad para adentrarse en la vida alemana. No es la mejor, posiblemente, pero sin duda una ciudad que hay que conocer y saborear.

Las torres con sus 157 metros de altura, fueron hasta 1884 el edificio más alto del mundo. Está dedicada a San Pedro y Santa María y es el monumento más visitado de Alemania.

No olvide de visitar en Colonia algunas de sus famosas cervecerías, alguna muy cerca de la misma catedral y en donde podrá disfrutar de bebida, comida y ambiente típicamente alemán casi de verdad.

http://www.viradoensepia.com/2011/12/hohen-dom-zu-koln-catedral-de-colonia.html

Cada día hay mas escondites para lo natural. Cuidado


Dice la razón sin razones, que detrás de las paredes se esconden los bichos escondidos, para que no sean cazados a la primera de cambio. 

Y es posible que así sea. 

Que incluso las flores y las plantas, sabedoras de que enseguida las cortamos del rabillo para ponerlas en un jarrón, se quieran esconder entre los pliegues de las paredes viejas. 

Cuidado, no nos vayamos a quedar sin belleza.




2.9.24

Un Mark Rothko reinventado, de andar por casa


El otro día un amigo, Luis Iribarren, me mandó una imagen de playa y me advirtió que parecía una obra de Mark Rothko. 

La abstracción es infinita en la vida común. 

El expresionismo abstracto es sensaciones, imaginar algo a base de sacarlo como un grito, una expresión, una manifestación desde el interior.

Dos toques, una vuelta de tuerca, y efectivamente, aquellas aguas parecerían una obra de Rothko. O no. Y efectivamente se parecen más al NO… pues no he querido darle la limpieza ni los colores vivos.