21.6.25

Un infierno verde pues lo pinté


Todos hemos bajado alguna vez hasta los infiernos. No a los de la Biblia, pues eso todavía no los hemos encontrado, la muestra es que seguimos vivos, pero si a muchos otros.

Hay varios modelos de infierno. Mi último infierno fue un accidente grave de coche a 120 km hora. 

Pero el anterior fue peor pues me sentí más culpable y no llegué a perder el conocimiento. Tuve serios problemas económicos y eso cuando entran a saco los bancos, jodo un huevo.

Pero que caer al infierno de tres vueltas de campaña en la autopista de Logroño.

Del accidente me quedó un ojo con la mirada torcida, vamos, incapaz de mirar bien, pero me quedó el otro.

Del banco que embarga me quedó el miedo.

Esa escalera que vemos me recordaba a los miedos económicos, pero cambié la puerta de color, ya no era negra sino verde, pues ya había salido de ella y veía todo con otro color. Con miedos, pero de otro color.