La levedad de lo inútil. La sencillez de lo que posiblemente sirva para muy poco. La nada. Lo incapaz. Lo que nadie recogería del suelo. Lo que molesta.
¿Cuántas cosas tenemos dentro de nosotros mismos, que son como la obra que vemos en el cuadro?
¿Cuántas de ellas no queremos desprenderlas de nuestra mochila?
¿Sabemos acaso los motivos de que sean nuestras y no las queramos abandonar?