Era una ventana cerrada que servía para asomarse, pero que se utilizaba muy poco.
No sé si era para asomarse, para entrar o para salir.
Era extremeña y bella. Era histórica. Las ventanas históricas siempre sorprenden.
Alguien debió hacerla por amor, sin duda, para que se pudiera asomar su amor en busca de sol.
Nadie manda realizar una ventana tan bella si no es para servir de marco a otra bella vida.