13.10.25

Una madera muy crecida


Convertir lo pequeño en grande es lo mismo que convertir lo grande en pequeño. Es jugar con los tamaños y las sensaciones. Es jugar a crear, modificando las miradas.

No está claro qué somos, qué capacidad tenemos para jugar con nosotros mismos, con nuestras miradas, con nuestra capacidad de engañarnos.

Todo puede ser de una manera o de mil, depende de muchos factores, por eso es imprescindible estar seguros de nosotros mismos, para no dejarnos engañar.

La madera es de Anzánigo, en Huesca.