Sobre lo ya caduco, más caduco. Sobre lo herido, más heridas todavía. Tenemos que adaptarnos a las respuestas poco agradables, sobre todo si no sabemos hacernos bien las preguntas.
Incluso ante lo más desastroso, siempre pueden quedar restos de alguna actividad provechosa.
La belleza se disfraza de fealdad, para intentar salir vivo de su estado.
Tal vez para disimular.
