Unas simples grullas atravesando la ciudad de Zaragoza hacia Europa. Para ellas ya empezó el calor, ya han sentido la llamada de la naturaleza para emigrar hacia las zonas más frías y húmedas del norte de Europa. Esta imagen es del dos de marzo de 2016. Curiosamente no siempre realizan el viaje el mismo día. Ni el de ida ni el de vuelta. Depende de sus sentidos de orientación, de temperatura, de aires buenos para su viaje. Todo es espectáculo, cuando miles de aves vuelan en el plazo de dos días por la misma zona de una gran ciudad.