También la propia naturaleza sabe ocupar espacios que no le corresponden, e invade a otros seres quitándoles incuso la vida si es necesario.
La supervivencia tiene muchas caras, algunas muy terribles cuando el sujeto principal está débil, pues se aprovechan de él todos los que se le acercan.
Este paisaje natural y curioso lo pillé en Anzánigo (Huesca) pero podría ser en miles de lugares, en donde el débil aunque sea grande, sufre el propósito de supervivencia del pequeño aunque parezca una mierdecilla sin poder.