Aunque por la vida ya no nos distingue nadie,
seguimos siendo los mismos de siempre,
y con los mismos detalles.
Nosotros nos sentimos igual,
enfocados y muy vivos,
útiles como siempre.
En los últimos años
tendemos a no querer ver a nadie
aunque los miremos y los notemos como bultos.
Es una manera de ir creando pequeñas islas
de personas individuales
que no quieren contacto con las otras islas que van pasando.
