El círculo, asociado al sol y la luna, representaba los ciclos naturales, el tiempo y el orden cósmico impuesto por los dioses. También se veía en representaciones de ruedas de carros, simbolizando el movimiento y el progreso.
En el antiguo Egipto, el círculo, especialmente en forma del disco solar (Atón o Ra), simbolizaba el poder divino, la vida, el renacimiento y la eternidad.
El ciclo diario del sol era un concepto central en su religión y cosmovisión.
Para los filósofos, el círculo era la forma perfecta y eterna, sin principio ni fin.
Representaba la totalidad, la unidad y la armonía del universo.
La esfera celeste, con sus movimientos circulares, era el modelo del cosmos ordenado y racional.
Nota.: La imagen no es mía, como es lógico, es de la Agencia Espacial Europea