Nadie sabe qué nos lleva a inventarnos tonterías. Es un golpe de pensamiento extraño, loco a veces, una mirada de algo que se ha quedado dentro, un pequeño recuerdo, un brillo.
Cada uno hablamos y escribimos con nuestras grafías. Incluso hay gentes que no escribimos con ninguna. Todo es igual de válido, o nada o un ligero y leve acto de comunicar.
No es azul por casualidad, pero tampoco por ningún motivo actual concreto. Me gustó el color en concreto en una tienda de bellas artes y lo compré para pintar manchas. No fue una casualidad, ni había causa.
Luego me ha defraudado, pero esa es otra. Era un azul metálico muy ligeramente cían hacia suaves tonos verdes, y gran parte de esos matices se pierden en la pantalla.
No son iguales los colores que imaginas que los que luego ves.