Posiblemente en los contrastes esté la distinción.
Incluso la diferencia.
La provocación que nos obliga a mirar dos veces.
¿Qué sentido tiene lo que vemos, si es totalmente distinto a lo que esperamos, a lo lógico?
Por eso provocar es tan fácil.
Simplemente planteamos algo que no encaja bien.
Algo que no se espera al espectador.
Sea Arte, una noticia o un detalle.
En la vida hay que provocar para desahogarse de lo aburrido.