24.9.25

Los tomates no son violentos


Aceptemos que lo banal, lo simple, lo sencillo, puede tener su propio espacio. Nosotros mismos, una vez que nos hemos ido convirtiendo en lobos esteparios, solitarios y crueles, debemos admirar la sencillez de un sencillo tomate que nunca aspira a nada que no sea seguir siendo tomate.

No conozco a ningún tomate que intente herir, destrozar a otro tomate, y por ningún motivo además. 

Puede que el otro tomate le moleste, le apriete en su crecimiento, pero no lo ataca, simplemente intenta buscar su propio espacio de crecimiento.

Los tomates merecen la admiración de quien sabe que la violencia entre tomates no existe.