Se callan para disimular sus historias. Las de dentro y las de fuera.
Y debe existir algún secreto junto a cada ventana, pues si no ¿para qué ponemos una ventana que es un simple hueco, si no es para asomarse al menos… al aire que entra y sale?
Una ventana no es lo que vemos, pues sólo alcanzamos a comprender con nuestra mirada la mitad. Detrás de ella se esconde la intimidad, el secreto, la malicia, incluso la soledad o el dolor.
Y debe existir algún secreto junto a cada ventana, pues si no ¿para qué ponemos una ventana que es un simple hueco, si no es para asomarse al menos… al aire que entra y sale?
Una ventana no es lo que vemos, pues sólo alcanzamos a comprender con nuestra mirada la mitad. Detrás de ella se esconde la intimidad, el secreto, la malicia, incluso la soledad o el dolor.
Una ventana es vida callada entre dos espacios.
¿Cuántas veces se habrá abierto esta ventana que vemos aquí, de una calle vieja de Logroño?
¿Cuántas veces se habrá abierto esta ventana que vemos aquí, de una calle vieja de Logroño?