Podríamos sospechar que algo fino, diminuto, fuera incapaz de producir sombras, pero no. Hasta los seres más pequeños tenemos capacidad de producir sombras y brillos. No nos sintamos diminutos sin mirarnos bien, pues dependemos de muchos factores. Entre ellos el tipo de luz que nos alumbre en la vida y las compañías que vayamos sumando a nuestros trabajos.
Estos alfileres necesitaban tres lámparas de iluminación y estar en compañía para producir el efecto de que además de necesarios para sujetar, eran interesantes para mirar.