21.11.14

Nuestro derecho a la furia, huracán de dolor e ira, es legítima autodefensa

Nuestro derecho a la furia, huracán de dolor e ira, es legítima autodefensa.

A veces una frase suena a poética aunque sea dura y con algún leve error. La fuerza de la palabra es tan densa como la de las acciones cuando el cabreo se ha convertido en defensa empleando todo, por no quedar más posibilidades. 

Siempre a las ollas de presión hay que dejarles un sistema que expulse el exceso de aire comprimido. De eso entienden mucho los fabricantes de ollas a presión.