Podríamos hoy hacernos una pregunta sencilla y con una respuesta falsa. ¿Puede el ARTE crearse de manera espontánea, sin intervención de ningún artista?
Yo creo que si. Y este ejemplo que vemos arriba me puede servir como ejemplo. Todo el conjunto ya estaba así cuando yo llegué, y el efecto llamada del cubo de basura tumbado en el suelo, mimetizado con el entorno, estaba como esperando a que los arbustos secos se fueran hacia él, lentamente.
Y ahora que el frío ya había podido con sus verdes, me pareció llamativo el conjunto.
Es una lástima que la pared de la izquierda no haya tenido la misma suerte que la de la derecha, y esos blancos no ayuden nada a envolver, pero lo importante es no tocar.
Podría haber cortado más parte de esa zona blanca y haber puesto un encuadre en donde el cubo estuviera esperando desde la zona izquierda. Pero preferí que el cubo fuera el centro.
Dando incluso la sensación de que desde el cubo emanaban los colores, las pinturas que habían dado color a los muros. En ese caso, la casualidad de la posición de los elementos es capaz de crear arte sin intervención de nadie.
Pero… ¿quien capta el instante, el encuadre, la forma, la posición de cada elemento? Sí, una persona que ha escogido el punto de vista y lo ha cazado para verlo los demás. No es una imagen espontánea, sino encuadrada por alguien.
