Si partimos la vida, se nos rompe, pero a cambio tal vez, si lo hacemos bien, nos salen más de una, y podemos ir cambiando las visitas.
Jugar a romper, incuso a partir de una forma ordenada es siempre un riesgo. Aunque sea simples flores elegidas para acompañarnos.
Cuidado con los experimentos personales, no nos vayan a producir heridas complicadas de curar.
