29.10.25

Jugar experimentando, tranquiliza


Observamos lo que no es habitual, y si lo enmarcamos debidamente, incluso lo contemplamos como si fuera belleza.

Y puede que lo sea. 

Incluso puede que todo depende del día, de la rotura, del encuadre, del montaje, de las ganas de ver algo diferente.

Jugar con las miradas, con el Arte Experimental, incluso con el Arte Digital hecho a mano, es un entretenimiento. 

Jugar con los tamaños produce sensaciones no habituales. 

Es jugar, pero es que nos deberíamos acostumbrar a jugar más, pues eso tranquiliza.

26.10.25

Una flor partida en cuatro trozos


Si partimos la vida, se nos rompe, pero a cambio tal vez, si lo hacemos bien, nos salen más de una, y podemos ir cambiando las visitas.

Jugar a romper, incuso a partir de una forma ordenada es siempre un riesgo. Aunque sea simples flores elegidas para acompañarnos.

Cuidado con los experimentos personales, no nos vayan a producir heridas complicadas de curar.

24.10.25

Estéticamente roto, destrozado


A la hora de mirar una obra de arte de alguien que quiere decirnos algo, no siempre lo entendemos, y sobre todo no estamos en la obligación de entenderlo. Si una persona nos hablara en uzbeko, en somalí o en chino, es posible que tampoco lo entendiéramos. Y eso nos parecería lógico, lo aceptaríamos.

En el mundo del Arte nos exigimos entender todo. 

Queremos que lo que nos plantean los artista sea inteligible para nosotros. Pero puede que utilicemos para entenderlo, un idioma diferente al suyo.

Sería incluso normal que eso nos sucediera. 

Sobre todo por los componentes culturales de ese artista, sus mochilas personales y sociales, son seguramente muy distintos a los nuestros.

En el Arte intentamos explicar algo más complejo que la palabra. 

Es un mundo de ideas, de sensaciones, de sentimientos, de poso social y cultural, incluso de estática o de belleza. 

También un mundo onírico muy cercano a ese surrealismo que no hay que que entender siempre.

En el Arte hay que dejarse llevar, e incluso estar de entrada convencido, de que lo que estás viendo no es como lo veía el que lo creo, pues cada uno lo miramos y lo vemos de una forma distinta. 

Con el Arte podemos hablar sin pronunciar palabra. Dejarnos llevar y ver lo que nos apetece ver en ese momento. 

Es casi seguro que si volvemos unos años después al mismo cuadro, veremos otra cosa distinta, aunque estéticamente sea la misma. 

Pero nosotros ya no seremos iguales.

23.10.25

Colores y luz, filtrada desde una vidriera


Si a una pared o columna románica la dejamos que le alumbre el sol del mediodía filtrado por las vidrieras históricas, consiguen una escena de color que encaja maravillosamente en el interior gris y apagado de una iglesia tan antigua.

Daría igual el sitio, hay muchas, pero hay que conocer el momento del juego de luces y colores.

Decían que era Dios que iluminaba el interior de la capilla, para demostrar su presencia. Y ahí lo dejo, para que cada cual se lo imagine o no.

22.10.25

Arte en un pueblo gallego


Las vi en un viaje por Galicia. No así, no con flores sobre las puertas, sino con fotos de actores y actrices que habían posado para el fotógrafo. Pero el efecto era similar.

Un pueblo casi sin habitantes, unas casas viejas y abandonadas, y el uso de las puertas rancias y débiles, como lienzos para pegar grandes impresos digitales con fotografías en blanco y negro en aquel caso.

La idea me pareció fabulosa por lo que representaba. Llevar Arte a localidades pequeñas, junto a la carretera por la que sí pasan muchos vehículos, para que se viera que allí existía vida, y que merecían una visita sus calles.

Hay que gritar de muchas maneras y el Arte facilita gritar en la calle, sin hacer casi nada de ruido.

Si los ciudadanos no van a los museos, hay que sacar el Arte a la calle, y repartirlo por localidades pequeñas, pues el Arte solo pide ser observado.



A veces mirar, es no ver


 Mirando todo y nada - 2025

21.10.25

El Arte es un termómetro social?


No siempre el Arte es agradable. En tiempos duros, confusos, mezclados, de cambios sociales, el Arte también es raro y confuso.

El Arte no es ajeno a la realidad de la sociedad, de su tiempo, aunque a veces lo que vemos parezca otra cosa. No habla con el mismo abecedario, pero se expresa finalmente de una manera similar.

Cuando aumenta la violencia social, los despropósitos, cuando parecemos perder el rumbo del humanismo, el Arte se comporta también de una forma similar en el fondo, pero no siempre en las formas.

El Arte se vuelve confuso, grisáceo, extraño, o simplemente deja de ser puntero y se hunde en la mediocridad. Diríamos que el Arte, incluso por delante de lo que notamos como cambios sociales, sabe quejarse por sus heridas y lo hace de forma no siempre fácil de leer.

20.10.25

Quien hace ghosting es una mala persona


Hay muchas maneras de escapar.

Ahora está de moda el ghosting que es desaparecer poco a poco.

Huir, escondiéndose.

Irse sin una despedida, sin una aclaración, sin un motivo explicado.

El ghosting es hacer el fantasma y difuminarte ente quien al menos, le debes una explicación.

Nunca pidas por favor que no e vaya, si ya piensa en escapar.

19.10.25

Esperando a soltar la vida nueva

La naturaleza también juega con la geometría y mucho. Crea líneas, caminos, contrastes de color que se pelean entre ellos, y a su vez esconde lo interesante.

Son cápsulas de vida, son semillas escondidas, recogidas para ir saltando poco a poco. Es el final de unas plantas pero que mueren soltando vida, dejando caer sus propios futuros, esas semillas que les obligarán a repetirse en unos meses.

Mientras tanto nosotros, simplemente miramos sorprendidos lo curioso del ejercicio de la vida natural.

Ver una tontería podría parece que es algo vacuo


Podemos imaginarnos lo que deseemos imaginarnos. Ver una flor morada dentro de una sala de exposiciones y que todo sea imaginación o montaje. 

Hoy es precisamente eso, la imaginación, la que nos sirve para crear, sea de forma digital, sea con ayuda de la IA, que en este caso concreto no ha sido utilizada.

Si algunos son capaces de inventarse noticias y mentiras o falsedades, hacer algo similar en el mundo del Arte y advertirlo, sirve para seguir imaginando que todo es casi posible, y lo que no… siempre nos lo podemos imaginar.

Simplemente es necesario un motivo, una intención, pensar en lo que muestras con la intención de que sea algo agradable. No está el mundo para seguir absorbiendo temas desagradables, el ser humano, el animal humano, también necesita su propia calma, sus espacios reflexivos, sus tiempos de nada.

Ver una tontería podría parece que es algo vacuo, pero si te transporta a otro espacio, a otra sensación, no es algo sin sentido, tiene el contenido del intento por hacerte cambiar el punto de vista. 

Nota.: La imagen de la sala de exposiciones, con muy diversos retoques, es de el diario El País. La de la flor morada es mía.


18.10.25

Quien diseña los cielos?


¿Hay alguien en el Cielo? ¿Y en el cielo?

No sé, pero alguien tiene que ser el responsable de ponerle color a los cielos.

Curiosamente sabemos que los cielos son diferentes desde cada parte del mundo.

Ni en forma ni en color. 

Cada país tenemos nuestros propios cielos.

Cada ciudad incluso tiene sus propios cielos.

Es como si se diseñaran por encargo, claro que… cuando vienen rotos, es jodido pensar que los han diseñado para tu barrio o tu ciudad.

Yo no creo que los celos sean una casualidad. 

Y los Cielos tampoco.

17.10.25

Menos es más. O más… se convierte en nada


No hace falta tener mucho para ver mucho. 

No es necesario acaparar para disfrutar de lo que te gusta.

Muchas veces lo poco es más interesante que lo excesivo.

Tranquilo con seguir a Diógenes, aunque no sea basura.

Lo grave es no disfrutar de lo que disponemos, por tener una acumulación excesiva.

Disfruta suavemente de lo mínimo, pues cada parte, será más interesante. 

16.10.25

Somos geometrías invariables


 La geometría es una constante en  nuestras vidas. Vivimos rodeados de geometrías, y se crean de forma natural. Somos nosotros los que luego las utilizamos, las ponemos en valor.

La naturaleza las crea, nosotros las observamos y vivimos entre ellas. Líneas, círculos básicos, figuras que se van creando para cerrar las formaciones naturales.

¿Es la geometría algo casual? No, ni anecdótico ni aleatorio. Se repite y el Arte lo que hace es copiarlo, utilizarlo para seguir creando.


15.10.25

Una hoja, de cara y de culo



Lo dicho, todos tenemos cara y culo, envés y revés. Y a veces no sabemos distinguir bien lo que es delante o atrás. Lo que es bello de lo que solemos llevar tapado.

Incluso a veces tenemos dudas de qué enseñar, si la parte verde o la parte blanca, la verdad o la mentira, lo común o lo escondido.

Hay personas que la cara y el culo son muy parecidas, pero en cambio hay otras en las que la diferencia entre una parte y la otra es muy notable. Y no pienso señalar qué parte es más hermosa. 

Os pongo como ejemplo esta hoja y sus diversidades funcionales.

Paseando mientras se busca el color


La belleza de lo seco, de lo antinatural, de lo diferente, de lo casi imposible.

La belleza de lo diferente.

La hermosura del color que puede incluso llegar a sorprender.

El color construye formas, y nos la entrega dispuestas para ser observadas de muy diferente manera.

14.10.25

Es importante sentirse enfocado


¿Cómo te encuentras? ¿Estás enfocado en algo? ¿Te ven enfocado en tus trabajos?

Puede que sea lo que nos rodea, lo que nos convierte en desenfocados, todo es posible, pues somos lo que creen los demás que somos. 

Que no es ni real ni válido, pero es lo que manda muchas veces. 

Realmente, excepto si nos ponemos delante del espejo de los demás, no es posible como nos ven. Por eso nos tiene que importar poco. 

Cuando nos miramos en nuestro propio espejo, siempre nos vemos enfocado.

El punto de vista, sí importa y mucho


Mirando de cerca lo diminuto, me encontré con la solución. Todo tiene varios puntos de vista, depende de nosotros que los entendamos o no, que los aceptemos o los odiemos.

Si nos acercamos nos convertimos en más grandes, incluso en enormes. Pero si nos acercamos mucho en realidad nos vamos convirtiendo en mucho más pequeños pues lo grande es lo que vemos.

El punto de vista, sí importa.

13.10.25

Basura Urbana, en las paredes de Barcelona


Hablar en la calle es posible, escribir en la calle también. 

La calle está para escucharnos, para desahogarnos y gritar, incluso para plantear dudas y dichos, para usarla y si nos atenemos a su historia milenaria, también para utilizarla en todos los sentidos.

Alguien desde Barcelona nos dice que es hora de cambiar el chip, y otro alguien… se pregunta indirectamente en qué deberíamos cambiar. 

Todo desde la suciedad, la basura urbana, la incertidumbre de no saber bien qué nos quieren decir.

El silencio suele responder a las basuras mal preguntadas.

Una madera muy crecida


Convertir lo pequeño en grande es lo mismo que convertir lo grande en pequeño. Es jugar con los tamaños y las sensaciones. Es jugar a crear, modificando las miradas.

No está claro qué somos, qué capacidad tenemos para jugar con nosotros mismos, con nuestras miradas, con nuestra capacidad de engañarnos.

Todo puede ser de una manera o de mil, depende de muchos factores, por eso es imprescindible estar seguros de nosotros mismos, para no dejarnos engañar.

La madera es de Anzánigo, en Huesca.

11.10.25

No es lo mismo asomarse que salir


Para asomarse hay que hacerlo con suavidad para no asustar a quien quieres mirar.

Asomarse es observar, casi espiarle levemente el ambiente de alrededor. ES incluso intentar mirar sin ser visto.

Habitualmente nos asomamos desde las ventanas, antes desde las puertas partidas, pero ahora lo hacemos tras las cortinas, como en las películas de terror.

Asomarse tiene que ir acompañado de lo que quieres mostrar para ver, habitualmente la cabeza. Asomamos la cabeza para que no nos la corten, asomamos levemente para pdoernos retirar si las cosas se tuercen.

Asomarse no es salir, pues salir es sacar todo el cuerpo fuera, para hacer lo mismo que si nos asomamos. Pero asomarse es menos peligroso que salir.

Necesitamos el mar para soñar


Son gallegas observadas en Madrid. Esos paisajes que para los del interior, siempre, nos producen un sueño imposible. No podemos estar allí casi nunca. Es un lujo disfrutar del mar si no lo tienes cerca.

El mar es el inicio, posiblemente venimos del mar y eso se nos nota por dentro, sin saberlo. Necesitamos al menos, ver el mar de vez en cuando, no sabemos bien para qué, pero posiblemente es que venga en nuestra programación ancestral.

El mar es como un enorme vientre materno sobre el que nos movemos sin ahogarnos si somos cigotos. En cuanto tenemos la libertad de respirar fuera, ya no podemos volver sin el peligro de ahogarnos en la sopa de la vida.

Piedras amontonadas para mirar de frente


 Habitualmente para mirar estas piedras hay que agachar la mirada. Pero esta vez las tenemos que mirar de frente, y sabiendo que nunca se nos van a caer encima.

Agachar la mirada supone dejar al descubierto el cuello para que te den un golpe de mataconejos. Y no debemos ponerlo fácil nunca a los que nos quieren mal.

Por eso, siempre que podamos, hay que mirar con la frente levantada, mirando a la cara, y sabiendo que lo que tenga que ser, será.


10.10.25

El mundo del Arte es una mierda. Pero solo lo dicen los tristes


Publicitar y admitir la crítica es bueno, saludable, pero a veces increíblemente escaso y raro que sea una crítica en positivo aunque sea negativa. 

En el Museo de Arte Contemporáneo Artium de Vitoria he podido ver este cartel, cuadro, mensaje, obra de arte o grito.

“El mundo del arte es una puta mierda. Todos son unos falsos hipócritas hijos de puta”

Ser capaces de colgar este mensaje dentro de una exposición es un aviso claro de que el Arte es algo más que un intento de agradar a todo el mundo.

No hay “un” Arte, hay muchos y algunos tan escondidos que no los detectamos. 

Admitir que no gusta es bueno, incluso da valor a la obra pues nunca se crea algo para gustar a todos. Es imposible.

Pero que no te guste a ti, no quiere decir que tenga que llevar encima adjetivos descalificativos. 

La muerte vista de cerca con una iluminación dramática


La muerte siempre es solitaria, siempre hay que enfrentarse a ella desde la soledad personal. 

Da igual quien te acompañe, la potencia y la decisión solo depende de quien fallece, del que se va apagando la luz. 

Esta Cristo es de la Catedral nueva de Vitoria, escondido entre el altar mayor, con una luz que alumbra su sangrante rostro, para darle más dramatismo. 

Por dentro todos derrocharemos sangre al morir, sobre todo por los que quedarán.

Vemos lo que quieren otros que veamos


Sabemos lo que deberíamos ver, lo que tal vez sea lógico de ver con la mirada que nosotros le ponemos a las cosas.

Pero a veces la realidad es otra, e incluso nos disfrazan las cosas para que veamos otros elementos o sensaciones que no estaban en nuestros deseos.

¿Qué vemos ahora, arriba, aquí?

¿Un señor mirando, un paisaje de mar, una composición de colores, unas sensaciones surrealistas que no nos dicen nada o al menos no nos dicen todo?

No es real. 

Curiosamente nada es real. 

Si nos fijamos bien, es posible que tampoco nosotros seamos reales. Tú no eres como crees, eres como creen los demás pues eso te afecta.

¡Uff!, es que de verdad, estoy hecho un lío. Y se nota.

9.10.25

Mirar al revés es terminar con dolor de cabeza


Mirar boca abajo es mirar al revés, pero tal vez no sea entender todo al revés.

Mirar boca abajo y escondido es una manera de pasar desapercibido.

Pero si miras desde una zona gris y tu estás lleno de colores, te verás y mucho.

Cambia de estrategia. Hazte de color gris, negro, que no te vean los colores.

Y recuerda siempre.

Mirar al revés es terminar con dolor de cabeza.

Es nublar la vista para nada. Date la vuelta, y mira de frente.

8.10.25

La culpa no nos deja dormir tranquilos


Si sentimos culpa por algo, lo habitual es no dormir tranquilos. Es Ley Humana y aunque intentamos disimular, es real.

Para ello lo que a veces hacemos o intentamos hacer más bien, es no recordar nuestra culpa, olvidarnos de lo que hacemos mal, creer que las violencias las hacen los otros.

Pero no somos capaces de reconocer que las micro violencias son nuestras.

Muchas micro violencias son ya violencias de las de verdad

Y esas ya no nos dejan tranquilos, pues sentimos culpa aunque nos intentemos convencer de lo contrario.